La Muerte...

26.4.13 Esther Crespo


Presente desde nuestro primer aliento de vida, nos acompaña como "ente invisible" durante todo nuestro tránsito.

Se mantiene alejada, ahí…, en ese lugar que culturalmente la hemos destinado; indefinido, incierto, difuso y muchas veces oscuro.

Solo y quizás como efecto espejo, casi siempre ajeno…, sentimos su presencia.

Es entonces cuando reconocemos su existencia… y nos inquieta, nos descoloca, nos turba y hasta nos desgarra por dentro. Es así ella, capaz de poner a prueba nuestras más básicas emociones y hacernos cuestionar sobre las grandes preguntas del ser humano… por qué, para qué…?

Las explosiones emocionales se pasan, las preguntas se diluyen y con el paso del tiempo que parece “hacer olvidarlo todo”, vuelve la calma.

Y con mayor o menor aceptación, con más o menos entendimiento y en la mayor de las veces con resignación, volvemos a abandonar su recuerdo y nuevamente se dirige/la dirigimos a ese lugar alejado desde donde seguirá acompañándonos una vez más, como “ente invisible” hasta nueva aparición.

Hoy, desde este espacio, este evento y la presentación de “Aquí no se queda nadie”, sin necesidad de rasgarnos las vestiduras por su impronta e inesperada presencia, la reconocemos, la pensamos, la escribimos, la leemos y hasta la hablamos…  

… que al final, cada uno de nosotros es muy libre de colocarla donde prefiera, de reconocerla u obviarla, de sentirla u olvidarla.


Escrito para la presentación Fonamentals "Memento Mori" de Espiral Literaria.

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